La Comarca del Valle de Alcudia englobada por 12 términos municipales, Abenójar, Almodóvar del Campo, Argamasilla de Calatrava, Brazatortas, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto, Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Solana del Pino y Villamayor de Calatrava, con una extensión de 3422 km2 y una población de hecho a 1 de Enero de 2006 de 20.152 habitantes, configuran una densidad de población de 5,89 ha./km2, lo que la sitúa como una de las más despobladas de Castilla La Mancha y de toda la Unión Europea.

La distribución interna de la población en la zona es muy desigual; la estructura municipal nos ofrece un alto grado de ruralidad, no existiendo ningún municipio con más de 10.000 habitantes, siendo Almodóvar del Campo con 6.936 habitantes el de mayor importancia, agrupando más de un tercio de la población total de la Comarca, aunque resulta muy significativo señalar que dicho municipio cuenta con 10 aldeas o entidades de población diseminadas por más de 1200 km2 de término municipal, con una población de 934 habitantes, dato que ilustra la dispersión poblacional del conjunto del territorio que nos ocupa.

La relación Hombres/Mujeres está muy igualada con un 50,16% de hombres y un 49,84% de mujeres, aunque en algunos municipios la tasa de masculinidad es algo más alta que la de feminidad, principalmente en los pueblos serranos como Fuencaliente o San Lorenzo de Calatrava.

En la estructura por edades es bastante evidente la población que depende de la población activa, pues nos encontramos con una tasa de dependencia del 0,65, muy superior en algunos municipios como San Lorenzo de Calatrava , Solana del Pino  o Mestanza . Esto es debido, principalmente, al alto número de población perteneciente a la tercera edad, y a la cada vez menor población joven.

Con estos datos de referencia podemos decir que la población de la Comarca del Valle de Alcudia tiende a envejecer rápidamente, lo cual, añadido al bajísimo número de nacimientos, producirá a medio y largo plazo unas elevadas tasas de dependencia donde las personas mayores serán los más numerosos y necesitados de asistencia.

La continua pérdida de población en toda la zona, produce un efecto multiplicador en las intenciones de emigración hacia los núcleos urbanos más grandes por la población joven, y en definitiva se acrecienta el riesgo de abandono y desarticulación de la población de la comarca.